"La Casa que Ya no Habito": Un Diálogo Monumental con la Memoria Colectiva
"Hay mucha gente que todavía considera que muchas cosas no sucedieron, entonces hay que hacer memoria para que no vuelvan a pasar y porque es necesario no olvidar". "La Casa que Ya no Habito" guía a la audiencia a través de un viaje reflexivo hacia la reconstrucción de la memoria colectiva.
En el corazón del centro cultural del oriente colombiano se erige la más reciente creación de Sebastián Gómez Vargas, titulada "La casa que ya no habito". La inauguración el pasado 29 de noviembre marcó otro hito en la escena artística local, transformando el claustro antiguo en un espacio vibrante de reflexión sobre la memoria, el desarraigo y el postconflicto.
Al ingresar al recinto, el visitante se ve confrontado por dos imponentes estructuras en el centro de la plazoleta, como guardianes silenciosos de historias pasadas y presentes. Estas construcciones, aparentemente simples, pero profundamente evocadoras, capturan la esencia de las casas familiares antiguas. Las puertas, cargadas de capas de pintura y memoria, se convierten en objetos contundentes que traducen la identidad colectiva en instalaciones penetrables.
Gómez Vargas, con maestría, teje un discurso visual que se sumerge en la problemática del desarraigo, un fenómeno que ha marcado a tantas comunidades en el contexto colombiano. Las puertas y ventanas, elementos aparentemente mundanos, se convierten en portadores de historias, cuestionando y dialogando sobre el postconflicto. La escala 1:1 de la primera estructura y la aparente dualidad de la segunda, simbolizan la complejidad de las narrativas que se entrelazan en la búsqueda de respuestas.
El artista propone una reflexión audaz al unir las puertas de casas de personas desarraigadas, sugiriendo la construcción de una torre que alcance el cielo. Este gesto poético no solo simboliza la aspiración hacia la reconciliación y la reconstrucción, sino que también destaca la capacidad del arte para trascender las narrativas individuales y abordar cuestiones sociales y políticas de manera monumental.
Es evidente que la formación estética y reflexiva de los estudiantes egresados de la Universidad Industrial de Santander, en particular del programa de Bellas Artes, ha germinado en este proyecto. "La Casa que Ya no Habito" es el fruto tangible de una educación arraigada en el arte contemporáneo, capacitando a los artistas para cuestionar y visualizar procesos históricos del territorio colombiano.
Este proyecto no solo es un logro individual de Sebastián Gómez Vargas, sino un testimonio de la fuerza colectiva de su equipo técnico, logístico y arquitectónico. Juntos, han elevado el arte local a nuevas dimensiones, utilizando la estética contemporánea como herramienta para explorar la memoria colectiva y sus implicaciones en la sociedad actual.
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