Cuerpo presente
Cuerpo presente
Cuerpo presente es un ejercicio, un proceso, en el que nos hemos embarcado para tratar, desde nuestra particular perspectiva, 2entes - curaduría, y empezar a entretejer diálogos entre creadores. Artistas, que, en su momento, han expuesto o socializado su quehacer estético en nuestra ciudad. Artistas cercanos con notoria filiación estética. Algunos de ellos originarios de este territorio y otros, próximos en inscripción estética a Santander. Dos de ellos desde la pintura, Barroso - Torres, y los otros dos, desde una mirada más aproximada a la creación en la contemporaneidad, Forero - Quintero. Estas y estos artistas, invitados a dialogar con sus procesos históricos, son exhortados a generar transtextualidades, diálogos membrana, en los que la línea de investigación iniciada es un cuerpo presente o ausente, cuerpo presentado o representado, un cuerpo micropolítico o notorio y, en determinado caso, necesariamente politizado.
Esperanza Barroso, Juan Torres, Yury Forero y Grecia Quintero son los artistas en diálogo; la muestra colectiva favorece la acción de escritura en red de afectos, dando relevancia a la significación y enunciación a lo objetivo y subjetivo. También, nos encontramos presentando obras, que son parte del ejercicio continuo de los autores, piezas de su taller. No obra por encargo. Quizá así se logre transformar la muestra en un ejercicio de lecturas móviles o preguntas íntimas sobre la corporalidad; por eso, nuestro interés por el cuerpo o la ausencia del mismo que realizan las y los artistas.
En sala encontrarán cuerpos que se hacen visibles o invisibles. Barroso diluye sus corporalidades desde sus prendas, vestuarios vacíos donde el rastro del cuerpo se hace presente desde un volumen invisible, corporalidad difícil de describir, pero absolutamente latente al observarla. En sus décadas de trabajo, Barroso ha construido un cuerpo de obra que se resiste y hace resistencia a la violencia nacional emitida a la corporalidad. En contraposición, las obras de Torres muestran cuerpos visibles, aparentemente empáticos, casi tiernos, pero profundamente críticos, pues es probable que si los observamos a profundidad, los empezamos a redescubrir, releer o desentrañar; son cuerpos mudos, mutilados o invadidos por la realidad. Barroso diluye, desaparece. Barroso es una dolorosa metáfora de la realidad nacional de la década de los 70 y 80. En cuanto a Torres, él narra lo duro que es ser niño en esta territorialidad. Eterno círculo que no tiene década para ser enunciada. La fragilidad y los mecanismos que propone el artista, retratando la realidad, alejado del canon de la representación corporal. Barroso y Torres, para nosotros, muestran un cuerpo convertido en testimonio de batalla de la realidad.
En el caso de Forero, esta vez no se hace presente desde su corporalidad, pero sí desde la performatividad del otro, y del retrato fiel de su agudo trazo, desde los sujetos, sujetados e inundados por la realidad nacional, acentos en rojo que se leen desde la urgencia de satisfacer la necesidad básica y de visibilizar la vulnerabilidad a la que estamos sometidos en tiempos de pandemia. Por ello, su serie Anuncios se une en coro con Derrotero, obra de Quintero; propuesta en la que el cuerpo del artista transita en los límites territoriales invisibles de forma constante y eterna. Cuerpo femenino que, en un minuto, nos ayuda a dar otra lectura de la vulnerabilidad a la que se somete un cuerpo que es obligado a migrar. Los dos artistas hacen crítica política desde la posibilidad de hacernos cuestionar la pulsión de vida, lo que se reitera, en un ejercicio de repetición histórica del cuerpo en el contexto nacional. Los cuatro artistas nos dejan ver el contexto o carencia del mismo, para ayudarnos a entender mejor las dinámicas sociopolíticas en las que habitan nuestros cuerpos.
Las obras de esta muestra son capaces de transmitir, sin diluir la posibilidad conceptual de los artistas. Nos ponen a pensar sobre las relaciones de poder, la vulnerabilidad, el control y la vigilancia; son trabajos resultado del roce con el entramado social. Híbridas, producto de la mezcla entre cuerpo y posibilidades estéticas de plantearlo desde las artes visuales en la contemporaneidad.
Este texto, escrito antes de poner las piezas en diálogo, puestas en sala, nos permite hacer revisión de los artistas, nos da pautas, marcan el camino, para una vez frente a frente las obras en sala, podamos intentar establecer la conexión de los cuatro artistas con la necesidad/posibilidad y vigencia que sigue teniendo hablar más que nunca del cuerpo en el arte nacional.
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