'El absurdo nuestro de cada día' - Texto sobre la obra 'XIII', de John Gómez
El absurdo nuestro de cada día
“Cada libro esconde, dentro de sí, su propia hoguera”
“XIII”, del poeta y filósofo John Gómez, es una obra que oxigena el ambiente literario, no solo de Bucaramanga, sino también del país. Desde la portada, que incluye la “Virgen de los fetiches, patrona oficial de los artistas plásticos”, el lector podrá vislumbrar que el libro de cuentos que tiene en sus manos es una obra que no cae en el lugar común. Todo lo contrario, es un espejo que retrata, refleja, modifica, exagera, analiza, interviene, actualiza, personaliza, critica y reflexiona nuestras habituales formas de vida, tan nuestras y tan universales.
Esta obra, de Fallido Editores, se compone de 10 relatos, cada uno de ellos acompañado de su respectiva ilustración, elaborada por jóvenes y ya consolidadas promesas del arte. Además, hay dos grandes portales, a modo de epígrafes, que invitan a ubicarnos entre los siglos XIX y XX, periodos que un lector comprometido podrá descifrar, a partir de influencias, ejes temáticos y situaciones que subyacen en el mundo literario del escritor John Gómez, y dilucidar por qué la muerte, con su arrogancia y su manto absurdo, es la gran protagonista de este libro. Finalmente, antes de empezar el periplo sin retorno por cada uno de los cuentos, el “Prólogo”, del narrador y poeta mexicano, Esteban Govea, funciona a manera de otro portal que propone leer estos relatos como si fuese un “cilindro de XIII balas”.
Al sumergirse en la cuentística de John Gómez, se evidencia que todos esos fantasmas, pasiones y pulsiones que se albergan en la mente inquieta de este escritor, surgen sin cesar, entre otros: el cine no convencional (en “El luchador”, “Antonia” e “Infección”), el rock alternativo (en “Brujas”), la presencia de la poesía (en “Jumper” y “Doce veces doce”), el absurdo (en “Lobotomía” y “Alejandría”), el fracaso (en “La bicicleta”) y el tiempo (en “Hambre”).
Ante el enigma de leer a John Gómez, como narrador o poeta, preocupación también compartida por Estevan Govea, hay varios fragmentos que evidencian que sí es un poeta y que, como afirma Octavio Paz, la poesía no solamente está en los poemas. En sus cuentos, hay muestras de esta en líneas como “Las campanadas del mediodía asustaron unas palomas que se desprendieron en ráfagas cafés hacia el infinito”, “como una puñalada que penetra a través de la carne y, que entre las costillas y en el lugar adecuado, no despierta nada más que el sueño pesado de la vida que se escapa”, “mi navecita magenta no se deja asustar y baja tranquila, como un cubo de hielo sobre la piel encendida de la mujer deseada, de esas pieles de fuego que queman la vista y derriten la propia voluntad”, “Todo se disolvió en el lento vaivén de los segundos”, “¿Y la tierra, acaso, no es otro gran reloj que gira entre la luz y la sombra, entre la vida y la muerte?” y “toda biblioteca es un infierno, un cementerio lleno de cadáveres y sombras, de seres atormentados y dementes, que dejaron su alma en cada letra”.
“XIII” es una obra escrita con pasión y que, entre múltiples miradas a ese extraño artefacto llamado sociedad, se convierte en autopista para recorrer, a gran velocidad, otros mundos y submundos, desde el habitado por Gregorio Samsa, así como el creado por Jorge Luis Borges y sus infinitas aporías con una dosis de Edgar Allan Poe. Es literatura urbana tan vital como el bendecido pan de cada día.
Si desea adquirir la obra, puede copiar este enlace:
http://www.profitecnicas.com/libro/xiii_198309
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