"Una historia inacabada", texto sobre la película "Marriage Story", de Noah Baumbach

Una historia inacabada

“Marriage Story”, dirigida por Noah Baumbach, es una película que hace pensar en una obra teatral, en la que el espectador vive, de primera mano, toda una serie infinita de sucesos que atraviesa una pareja de esposos, desde el momento del idilio hasta cuando la convivencia se torna insuperable.

Es un filme que, tanto en los planos como en los diálogos, exige la presencia de dos grandes actores, Scarlett Johansson y Adam Driver, para que, con base en su formación, experiencia y profesionalismo, puedan darle piel, voz y cuerpo, a esta historia, nada fácil de interpretar.  Incluso la experiencia de verlos y escucharlos, logra darle un sentido único a cada una de las palabras que ellos expresan, cuando lloran, pelean, gimotean, palmotean o sucumben, ante la dura realidad que enfrentan: un divorcio.

“Historia de un matrimonio” es una obra construida, a partir de pocos lugares y diálogos extensos, en donde se aprecia el proceso de transformación del tono de voz, gestos y movimientos, de cada uno de los personajes que hacen parte de esta película que interroga al espectador, que lo estrella con sus fantasías, anhelos, sueños, recuerdos, con el fin de dar cuenta de que, cuando en un matrimonio hay un hijo, la relación de dos esposos nunca acabará; será realmente una historia inacabada.  Esto es, precisamente, lo que el director nos hace ver al final, después de confrontaciones, improperios, insultos, reproches y demás ardides, que todo ser humano emplea, cuando es confrontado por su ser amado, ahora convertido en su contradictor, su enemigo y antagonista: que el pasado nunca muere.