"Los avatares de la guerra" - Reseña de la película "The patriot" - "Cine2entes en el Colombo Bucaramanga"
Los avatares de la
guerra
“¿Por qué piensan los hombres que pueden justificar la muerte?”
Benjamín Martin
“El patriota”, del director
alemán Roland Emmerich, es un filme que muestra el antes, el durante y el
después de un conflicto bélico, ambientado en los campos de Carolina del Sur,
EE. UU., a finales del siglo XVIII. Con
la impecable actuación de Mel Gibson como Benjamín Martin y la participación
ejemplar de un joven Heath Ledger, asumiendo el rol de Gabriel Martin, es claro
que lo que se presenta es una historia en donde “la guerra no es la única
alternativa”. Además de esta, surgen las
traiciones, las estrategias, los amores, las ausencias, las pérdidas, las
ilusiones, las promesas, las esperanzas, y, por encima de todas estas, se hace
presente la familia, con todas las implicaciones que esta trae. Es por ello que los espectadores podrán
apreciar todo el núcleo familiar que rodea al Coronel del Ejército Continental,
quien, con 7 hijos, debe enfrentar el dilema de ir a la guerra, abandonar a su
familia y ver cómo sus grandes bastiones, van cayendo ante las implacables
garras de la barbarie, todo por lograr la tan anhelada y esquiva independencia.
Este filme, que está próximo a
cumplir los 20 años de haber sido estrenado en todo el mundo, infortunadamente
no pierde vigencia. En países acostumbrados
a la violencia extrema, una película, de estas características, genera el
espacio para dilucidar sobre el verdadero sentido de una confrontación armada.
En “El patriota”, se hacen explícitos los horrores de la guerra, con primeros
planos en donde se enfatizan y agudizan, al extremo, las expresiones de ira,
venganza, dolor y, en especial, de los segundos previos a la muerte. El lente de Emmerich es cruel como la guerra
misma y pone sobre la mesa todas aquellas vejaciones que conlleva la guerra: la
muerte de civiles, los niños al servicio de un ideal de venganza, el
patriotismo, la mezquindad y demás aspectos que hacen decadente una
confrontación armada, así como la conformación de milicias, integradas por
humildes granjeros, quienes, por su hombría, deben dejar sus hogares, ir a la
guerra y jamás volver.
Además de la magistral música del
compositor John Williams, que logra penetrar en las fibras más íntimas del
espectador y permite hacer verosímil las complejas puestas en escena, en donde
la muerte es la gran protagonista, hay que rescatar los diferentes símbolos que
durante el filme se consolidan como elementos que hacen más sólidos los
sentimientos y la toma de decisiones.
Prueba de ello, la bandera deteriorada que, en el momento de mayor
debilidad, se convierte en la razón de vivir o los soldaditos de juguete que
pasan del plano lúdico infantil y se transforman en letales balas para derribar
al enemigo. Como se aprecia, es un filme
que no escatima en detalles para mostrar las atrocidades de la guerra y sus
efectos colaterales, como asumir a todos sus protagonistas y escenarios de
sangre como simples fantasmas.
Artista invitado
para el diseño del afiche:
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Milton
Afanador Alvarado: Maestro en Bellas Artes UIS y Especialista en Medios y
Tecnologías para la Producción Pictórica UNA. Docente, performer, gestor
cultural, creador y productor de proyectos colectivos.
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