Joker y la sublevación de los marginados
Joker y la sublevación
de los marginados
De todos los filmes que han contado con la participación de
este particular personaje, “Joker”, del director norteamericano Todd Phillips,
es la única película que realmente ahonda en los orígenes de este ser. En anteriores largometrajes, siempre quedaban
incógnitas acerca de cómo era Joker antes de asumirse como tal, cómo era su
relación con las mujeres, entre otros grandes interrogantes. En “Suicide Squad”,
de David Ayer, se muestra un poco acerca del vínculo existente entre este
siniestro personaje y la afamada Harley Quinn. En los pocos pasajes en donde se
dan evidencias de su comportamiento con ella, asume siempre una actitud de
superioridad, marcadamente machista y narcisista.
Al rastrear en otros filmes previos a esta última adaptación
de este personaje, se enfatizaba demasiado en la figura paterna. Caso del personaje que interpretó
magistralmente Heath Ledger, quien, en repetidas ocasiones, cuenta diversas
versiones acerca de sus cicatrices. Sin embargo,
en la más reciente aparición de Joker, se percibe el ambiente que rodeó el
antes de la creación de este personaje: un humilde hombre enfermo que tiene que
lidiar con el decadente e inhumano sistema de salud de Ciudad Gótica que,
curiosamente, no tiene nada que envidiarle al que se encuentra por fuera de la
ficción en cualquier otra parte del mundo.
Además, ir descubriendo poco a poco que fue un niño abandonado y que su
supuesta madre biológica, en realidad, nunca lo fue. Este recorrido por ir aclarando su pasado,
perfectamente, podría encajar con dos historias fascinantes: una del ámbito de
la literatura, “Edipo Rey”, de Sófocles, y la otra, del mundo del cine, “The
Truman Show”, de Peter Weir. Ambas obras
de arte coinciden con el Joker, en el sentido de que sus protagonistas, al
indagar por la verdad de su origen, descubren que todo ha sido una gran obra de
ficción, una mentira verosímil, pero con algunas fisuras que develan el lado
siniestro de los seres humanos.
Joker no es una víctima del sistema. Es un personaje que descubre, pese a su enfermedad y consecuencias de esta, su razón de ser, su verdadero sentido en una sociedad tan caótica
como Ciudad Gótica. No son argumentos
para justificar su accionar, son razones que el filme de Phillips ubica de
forma explícita para que el espectador se sienta afectado por todo lo que
acontece alrededor de este personaje.
Hay algo también particular en lo que esta película genera y es que
todos (tanto los espectadores, como los habitantes de Ciudad Gótica) se
convierten en testigos de la transformación y evolución de Joker y, a la vez,
se van ubicando del lado de él, aun sabiendo que es un psicópata y un asesino. Curiosamente, este efecto también se
vislumbra en un célebre filme de James McTeigue: “V for Vendetta”, historia que
se centra en la venganza que emprende un reconocido y enigmático terrorista,
quien, finalmente, es admirado por todo un país, porque logra enfrentar el
sistema que todos critican, pero que nadie decide retar. Es por ello que V, al
igual que Joker, son dos caras de una misma moneda: dos antihéroes que logran
brillar en medio de toda la escoria en la que habitan. Dos seres que, sin proponérselo, logran
liderar una insurrección de todos los seres que han sido marginados.
Las escenas finales del filme son una muestra fehaciente del
surgimiento de un villano, de un ser que, particularmente, quería vivir de la
comedia, pero encontró, en el bajo mundo que desconocía, la imagen, el sello, la
fortaleza y la seguridad que tanto andaba buscando. Un ser que, tras un golpe mediático, inicia
una carrera, apoyada por todos aquellos que un día soñaron como él, pero que fueron
rechazados. Joker se convierte en el
símbolo de una sociedad marginada por el sistema, además, que padece las
consecuencias y secuelas de la aporofobia.
Ambas películas con una producción excepcional. Emociones diversas y antagónicas surgen hacia sus personajes, desde la lástima por su miserable existencia hasta la admiración por sus miserables decisiones. Todo dentro de un marco de una sociedad corrupta.
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