¿Por qué Manzur y no Barroso?
¿Por
qué Manzur y no Barroso?
Pensar
la región desde la creación, el patrimonio estético y sus artistas.
En el Auditorio Mayor ‘Carlos Gómez
Albarracín’ de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, pudimos disfrutar
de la muestra virtual, “Manzur por Manzur”. Escuchar hablar a uno de los
grandes maestros de la pintura y el arte colombiano siempre será un placer; fue
un encuentro directo con la historia del arte nacional e internacional, percibiendo,
de primera mano, cómo se hizo el arte del siglo XX. Desde cualquier punto de vista, un encuentro
enriquecedor y satisfactorio.
La Universidad se dio a la tarea de mediar la
pintura e introducirla en el mundo de las nuevas tecnologías para instituir,
desde lo creado, una nueva noción de la imagen, otra lectura desde la obra
creada, generando en el que observa una mirada complementaria y contextualizada
de esas maravillosas obras, especialmente, una de mis favoritas “Ciudades
oxidadas”. Verbalizar la experiencia es corto, por eso los invito a que cuando tengan la oportunidad, puedan sumergirse en este proyecto que les permitirá
disfrutar de uno de los clásicos del arte colombiano, repensado desde la era
digital. A sus 88 años, el maestro Manzur nos deleitó con su presencia y su
narrativa; a mi lado en el auditorio, conté con la maravillosa compañía de la
artista santandereana Esperanza Barroso, quien, como cualquiera de nosotros,
atenta y dispuesta, disfrutó el conversatorio y la música que interpretaba el
grupo de cuerdas que nos ayudó a entender la importancia del sonido en la obra
de este gran artista. La maestra Esperanza
Barroso, repito, como una espectadora más, respetuosa y atenta, consumió todo lo
que nos contaba el maestro homenajeado.
Creo
que escribir sobre Manzur sería redundar; por eso, es mejor reflexionar,
felicitar a la Universidad Autónoma de Bucaramanga por este proceso de
digitalización de las obras de arte. En mi inocencia, hasta aquí todo va muy
bien, pero tras encontrarme con la
artista visual Barbarita Cardozo y comentarle parte de mi experiencia, ella, en
su conocimiento extenso de las dinámicas del arte nacional, me preguntó: “¿Por
qué Manzur y no Barroso?” Interesante, empezarán con uno de los grandes del
arte nacional, pero por qué la Universidad
mejor no centra sus esfuerzos y procesos de investigación en tratar de entender
y llevar a otros públicos, nuevos públicos, el arte de los grandes
representantes de la plástica local. En
ese momento, empiezan a darme vueltas las ideas en la cabeza; el maestro Manzur,
el gran nombre de la pintura, para él cualquier proceso de reconocimiento en
vida es meritorio, fundamental y siempre necesario; pero qué pasa con los
protagonistas locales, con los que han hecho el arte regional a punto de
pincelada. ¿Quién seguirá? ¿Quién es el
siguiente en la lista a homenajear? ¿Será que empezarán a invitar a los grandes nombres
del arte local? En mi mundo ideal, mágico y lleno de ideas, imaginé que, además
de su presencia por acompañamiento y curiosidad, la maestra Barroso simplemente
verificaba cómo pueden llegar a quedar sus obras y es la próxima en la lista.
Dulce y emocionante es ver este esfuerzo realizado con la obra del artista nacional
y también realizado en las piezas de los grandes exponentes de la pintura
local. En ningún caso, estoy comparando o quiero igualar la obra de Barroso y
Manzur; sé que son dos realidades diferentes de la plástica nacional. Lo que sí
quiero puntualizar y cuestionar, es qué pasaría si Bucaramanga, representada en
sus instituciones, estuviese interesada en lograr que más Barrosos llegaran a
ser Manzur; sigo alucinando y sueño que, en poco tiempo, uno de los
dibujos hiperrealistas, como “Yo, Carlos”, perteneciente a su serie, “Carácter”,
de Barroso, estará maravillosamente intervenido, como lo hicieron con “Retrato de una
amiga con cara de Mona Lisa”, de David Manzur.
Como uno de los 2entes, les dejo la tarea,
pensar y generar estrategias para que esta burbuja periférica y al borde que es
Bucaramanga, logre estallar y como dice Barbarita Cardozo, que no solo sea el eco
de un nombre puntual representante de una técnica o una época, sino, por el contrario,
sea el retumbar de una movida estratégica y pensada desde los artistas y las
instituciones para consolidar al arte local.
Para conocer un poco más sobre la maestra
Esperanza Barroso, los invitamos a leer el artículo: https://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/c14/article/view/10126/11238
EN FEMENINO: APUNTES SOBRE LA OBRA DE
ESPERANZA BARROSO Y RAQUEL RAMÍREZ
Andrés Leonardo Caballero Piza
Historiador y maestro en Bellas Artes de la
Universidad Industrial de Santander. Tutor del Programa de Artes Plásticas en
la Universidad Industrial De Santander.
Martín Alonso Camargo Flórez
Filósofo y magíster en Semiótica de la
Universidad Industrial de Santander. Tutor del programa de Artes Plásticas en
la Universidad Industrial de Santander
Caballero, A. Camargo, M. (2015) En femenino:
Apuntes sobre la obra de Esperanza Barroso y Raquel Ramírez Calle14, 11 (17)
En femenino: Apuntes sobre la obra de
Esperanza Barroso y Raquel Ramírez
Resumen
El siguiente artículo proporciona algunas
coordenadas de interpretación para la obra de las artistas santandereanas
Esperanza Barroso y Raquel Ramírez, desde los conceptos de currículo oculto y
micropolítica, y desde diversas fuentes documentales de carácter
historiográfico (catálogos, folletos, recortes de prensa y entrevistas).
Mediante el concepto de currículo oculto se reconstruye de forma general el
ámbito en que fueron educadas ambas artistas, mientras que con el de
micropolítica se inscriben sus obras en las preocupaciones del arte colombiano
de los setentas, que giraron en torno de los modos de representación del cuerpo
desde el deseo individual, la emancipación subjetiva y las restricciones
jurídicas del Estado.
También, los invitamos a ver esta nota que le realizamos el año pasado:
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